El Gobierno, por el
bien de la Población, debe obligadamente ajustar su Gasto a lo que sanamente
pueda lograr, sin mayor presión ni necesidad de tener que tomar recursos de las
Familias, de las Empresas, ni de la Actividad Económica, porque precisamente en
ese monto que les tome, de ese tamaño es
el perjuicio que les hace, pues son recursos que ya no pueden destinar ni
para satisfacer sus necesidades, ni para invertir.
El PEF 2013 debe
ser reflejo de la capacidad técnica, política,
y económica del nuevo gobierno, ajustándolo a la realidad, de tal forma que
ni este, ni los siguientes, sean resultado de sustentarlo a costillas de la Población.
Hay que revisar uno a uno los programas
que conforman el Presupuesto de Egresos
de la Federación, de cada Dependencia Federal,
Organismos y Empresas Públicas, Gobiernos Estatales y Municipales, y se van a sorprender de lo que ahí van a
encontrar, con dependencias, como se
llegó a difundir en 2010, con más de 400 programas presupuestarios.
Para ajustar a la
realidad, podría empezarse por lo pronto con asignar recursos a los Programas que le dan
origen y cubran la Función Sustantiva de la Dependencia, y ya los demás,
serán lo de menos, pues podrían irse dando, según sea la característica de los
proyectos temporal, permanente, de terminación anual, de continuidad plurianual.
Con ese criterio, eliminar todos aquellos programas
adicionales y complementarios que se han acumulado históricamente en las Dependencias,
Organismos y Empresas Públicas, Gobiernos
Estatales y Municipales, que han sido y son consumidores de recursos, resultado en mucho de quienes creyeron así
dejar huella de su paso, implantando en sus períodos otros tantos y nuevos
programas, pero por los cuales no precisaron a que otros programas esos que
implantaron venían a sustituir, a reemplazar ó eliminar, y bueno, así está ahora de Irreductibles el Presupuesto de Egresos de
la Federación, lo cual se puede
corregir.
Identificar y
eliminar esos programas resultantes de esos procederes no será fácil, pues se tendrá que pasar, claro está, por sobre
la cuestión política, que no la
económica, ya que aquella a todos los programas los hace aparecer como
indispensables, cuando en realidad no lo son.
Actuar con sensatez
y prudencia suprimiendo de una buena vez
esa pésima y devastadora costumbre anual que hay, de hablar del crecimiento del Presupuesto de Egresos de la
Federación en términos reales, y pasar a hacerlo en términos nominales, en
términos de cifras en montos absolutos.
Con ello se dejaría
atrás de una buena vez esa gran presión que constituye el que se quiera que el Presupuesto
crezca anualmente en términos reales, para pasar a uno como el de las Personas,
de las Familias y de las Empresas, que lo hacen nominalmente, porque si de por si la esencia del gobierno no es
productiva, sino consumidor de recursos, y aún así se busca que crezca esa
absorción en términos reales, ó sea, que se le compense la inflación, y que
todavía ese monto sea superior en determinado porcentaje para el ejercicio que
viene, bueno, de plano, no hay límite, y
de ese tamaño han sido los recursos dilapidados y tirados a la basura
provenientes del Petróleo y de los aumentos naturales de la recaudación por
ampliación de la base de causantes, como ha sido.
Evitaría también que a fin de cada año se anden tirando y
malgastando los recursos públicos a como dé lugar, con tal de que no les quede nada, para efectos de
que no se les vaya a reducir su presupuesto en el siguiente ejercicio. Habrase
visto tal irresponsabilidad, pero así ha sido.
Para el caso, los crecimientos reales de los montos
presupuestales no son mas que tecnicismos estadísticos perjudiciales, costumbre
mal habida con la que ya hay que terminar.
Igual es tiempo que
se le ponga un alto al proceder del Congreso de que para ajustar el gasto a lo que deciden, dejen ya de mover el Precio del
Barril de Petróleo a como les resulte para hacerlo, práctica desafortunada
que han venido haciendo anualmente desde que decidieron ser más Poder Ejecutivo
que Legislativo, por su injerencia de actuar cada vez mas como promotores,
gestores y asignadores del Gasto Público.
Las reducciones de personal
resultante de las modificaciones a la Ley Orgánica de la Administración Pública,
que no
sean ya sustituidas ni rebasadas con nuevas contrataciones, caso contrario,
como explicarse que después de tantos años, aún
con programas como el del retiro voluntario, los empleados del gobierno
sean cada vez mas.
Debe cuidarse, limitarse, y auto
controlarse la inventiva en todo lo relacionado con el Gasto en Desarrollo Social.
Evitar destinar aquí y allá recursos a fondo perdido, dizque preocupados por los que menos tienen, pues no es así como se va a resolver el
problema de la pobreza en el País, aunque en cambio si dificulte la solución
para sacarlos de ella.
En programas tan importantes como Educación, Salud, y Seguridad Pública, es
tiempo ya de dejar atrás tanta creatividad ó improvisación, como quiera verse, en esos campos, pues no es con planteles y hospitales a diestra y siniestra como se
beneficiará a los que menos tienen.
En todo caso, sin duda es mejor a través de la mayor
racionalidad de los recursos destinados a esos programas, como puede ser a través de aumentar la cobertura, pero no
precisamente a través de la construcción
de nuevas unidades, sino a través de ampliar la capacidad de las unidades y planteles existentes,
lo cual es muy diferente.
Igual facilitarles Escuelas,
Atención Médica y Seguridad a comunidades alejadas, sin tener que poner una en cada lugar, lo que puede lograrse
comunicando las localidades, y creando albergues públicos controlados adjuntos
a los centros de atención donde se encuentren, sean educativos ó de salud.
Téngase claro, para ahora y después, de la necesidad de
mayor gasto que el gobierno por estos conceptos se autogenera, así como los
consiguientes mayores recursos que requerirá para sufragar año con año esos
enormes, nuevos, y adicionales pagos de salarios, operación, conservación,
mantenimiento, y demás grandes renglones de gasto corriente, que se quedan para
siempre, como resultado de esas nuevas unidades escolares, de seguridad, u
hospitalarias, creadas sin mayor racionalidad que la capacidad de quienes autorizan
gasto, para cualquier lugar que deciden.
Se trata de que
haya resultados muy diferentes a los que se generan con un gasto corriente como
el referido, para darles el apoyo y giro que se ocupe, sin hipotecar el
futuro.
En tanto no se racionalice el Gasto de Desarrollo Social llevado
de esa manera, el problema de los que menos, a diferencia de lo que se
persigue, tenderá a prolongarse indefinidamente, porque no es el camino.
Tan simple y
sencillamente porque, sin racionalidad, a lo que obliga es a que justamente se
vaya a proceder de la forma en la que hasta ahora mayormente ha sido, que es
tomar los recursos de la Población, de las Empresas, de las Familias, en lugar
de darles, de facilitarles recursos para incentivar, para que puedan crear empleos productivos, y buenos salarios,
que es la mejor forma para sacar a los que menos tienen de la
pobreza.
Ahí mismo, en el Congreso, pueden dar muestras de esa
preocupación ¿ o acaso no es posible que se autoeliminen tantos y hasta
exagerados recursos adicionales al sueldo que
reciben de todo tipo bajo el pretexto de ayudas sociales, de retiro, y quien sabe de
cuantas cosas más que tienen asignados, que no tienen razón de ser, y que son legales, así dicen, porque están
presupuestados? Bueno, pues ya no los incluyan.
De inicio los
recursos pueden provenir en gran parte
de donde debe ser, ó sea del propio Gobierno, del propio Sector Público, no de
los demás, que es lo que fácilmente se llevan
pidiendo y diciendo casi a diario quienes opinan, desconociendo que ahí, en
el mismo Presupuesto, en el mismo Gasto Público se encuentra, si no toda, si
gran parte de la solución.
En esencia, lo que se quiere hacer notar, es que el
problema del Gobierno por lo pronto radica mas en el Gasto que en el Ingreso, que es adonde deben dirigir su atención, y tiempo para hacerlo, y bien,
afortunadamente lo hay.
Comentarios: mariopescador1@prodigy.net.mx
ECONOMISTA, ITAM, MAESTRÍA, NEW SCHOOL FOR SOCIAL RESEARCH, N.Y., PREMIO
DE ECONOMÍA, CDE; DESEMPEÑÓ EN: SECRETARÍA DE HACIENDA Y CRÉDITO PÚBLICO;
SECRETARÍA DE PROGRAMACIÓN Y PRESUPUESTO; SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA; SECRETARÍA
DE SALUD; SECRETARÍA DE DESARROLLO URBANO-DESARROLLO SOCIAL; EXCONSEJERO BANCA
NACIONAL Y PRIVADA; EXCANDIDATO DIPUTADO
FEDERAL PLURINOMINAL; EXPRESIDENTE
FUNDACIÓN COLOSIO SINALOA; ACTUALMENTE
CONTRALOR INTERNO SEPyC.